Los biocombustibles provienen de la biomasa que es materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía.
Podemos utilizar por ejemplo Pellets, parihuelas picadas, astillas, leña, grano de cereales, hueso de aceituna, cáscaras de almendra, cáscaras de avellana, y orujillo; para generar energía calorífica.
Este tipo de caldera permite un ahorro económico de más del 50% sobre los combustibles fósiles más económicos. Producen también mucho menos emisiones nocivas para los seres vivos, el agua y el aire.